Karnilla Gespenst van Kürten

Historia Lo que sabemos a ciencia cierta de Karnilla es muy escaso. Nació en el Infierno, siendo la primera hija de Opeth Gespenst y su primera mujer, Galathea, Médium del Infierno en ese entonces. De su infancia no hay mucho que decir, únicamente que a sus escasos cinco años se volvió hermana mayor de Sylenne.
Fue en su adolescencia que todo empezó a cambiar, cuando descubrió que tenía unas grandes habilidades para la magia oscura y la hechicería, además de una gran clarividencia y visión del futuro, una quizá más fuerte y exacta que la de su madre, aunque como era obvio, debido a su corta edad no podía controlar sus premoniciones y tampoco sabía que tanto rango de precisión tenían. Fue durante un sueño que lo vio: Una enorme fuerza le atacaría y se apoderaría de ella, alejándola de su familia y su clan. La chica, horrorizada, intentó evitar que esto ocurriera, por lo cual empezó a trabajar en una técnica que la protegiera, en la cual invirtió gran parte de su adolescencia, dando así origen al afamado Crusio. Este, sin embargo, permaneció oculto y jamás fue utilizado, ya que originalmente Karnilla lo había diseñado únicamente en caso de que fuera atacada por dicha fuerza que le indicó su sueño.
Después de esta situación nada extraordinario sucedió en su vida, hasta que en su adultez temprana fue iniciada como un miembro más del clan Setan junto con su hermana menor Sylenne, aunque esta más bien se quedaría en una etapa de prueba siendo una miembro no oficial. Karnilla no podía estar más orgullosa de sí misma, había evitado la visión que tanto temor le causó, creó una técnica única y exclusiva y además era ahora parte de la élite del Infierno. Sin duda todo era perfecto en la vida de la chica, hasta que llegó el día en que todo se vino abajo.
Sucedió en una misión de espionaje en la que iba sola hacia una dimensión totalmente desconocida y dominada por los Galder, una familia de poderosos hechiceros de magia negra, los cuales, se decía, planeaban atacar el Infierno y adueñarse de él. El objetivo era simple, permanecer en la dimensión como refugiada durante algunos meses, recolectar información y enviarla al clan, sin embargo Karnilla no contó con que conocería a Lissander Galder, primogénito del rey Geoffrey Galder y heredero al trono. Ella no pudo evitarlo, cayó perdidamente enamorada el hombre y se convirtió en su pareja. Se desconoce como Geoffrey se enteró de su procedencia, pero una vez se hubo enterado que ella era miembro de sus más grandes enemigos, los Setan, no perdió oportunidad en manipularla y extraerle toda la información posible utilizando su amor por Lissander para conseguir este objetivo. Así, sin quererlo, la chica terminó conspirando junto con el clan que originalmente debía acabar.
El tiempo pasó y no le quedó opción que regresar a su lugar de origen, el Infierno. De una forma u otra, Sylenne, su hermana, se enteró de lo sucedido, de su amor con Lissander y su alianza con los Galder, por lo que, sin dudarlo ni un segundo, le avisó a su padre para advertirles, ya que un pronto ataque se aproximaba. En su desesperación, Karnilla al fin dejó ver su técnica hasta ese momento oculta, cayendo el Crusio a Sylenne. Para desgracia de la mayor, y debido a que nunca había utilizado dicho poder, no pudo controlar la intensidad, asesinando casi al instante a Sylenne, la cual cayó desplomada después de apenas un minuto.
El horror apenas había comenzado. Los Setan, recién alertados del próximo golpe de los Galder, se movilizaron rápidamente, pero ya era demasiado tarde: Los hechiceros habían ejecutado su movimiento antes de que el Infierno se pudiera dar cuenta. De este modo se dio inicio al evento denominado La Traición, masacre entre los guerreros del Infierno y los Galder, quienes por supuesto resultaron vencidos, pero no sin dejar una estela de muerte y destrucción a su paso.
Fueron expulsados del Infierno después de asesinar a Geoffrey e intentarlo con Lissander, aunque no tuvieron éxito con este último. Una vez todo en calma, la desdicha se apoderó de Karnilla. Fue llevada a Giudecca y juzgada de traidora por su propio padre, quien la desconoció como hija y se encargó de literalmente arrancarle la marca de los Setan de su cuerpo, para después lanzarla a una turba de demonios enfurecidos que la atacaron sin piedad hasta casi acabar con ella. Se dice que esta ha sido una de las acciones más despiadadas de Opeth, quien puso a su clan por encima de su hija, aunque, en el último momento, le perdonó la vida y la expulsó del Infierno casi a patadas.
Después de estos eventos la información es difusa, se dice que regresó con los Galder, los cuales tampoco la recibieron con mucho afecto y permaneció ahí durante algún tiempo aún como pareja de Lissander, quien en ese momento era el rey de dicha dimensión. Tiempo después y por razones desconocidas, dejó atrás a los Galder para trasladarse a Italia, a la tierra de los Vollmond. Se cree que lo hizo porque en ese momento estaba embarazada y sabía de sobra que los Setan aún la vigilaban, por lo que no se arriesgó a permanecer ahí, aunque estos son solo rumores.
Sea como fuere, se sabe que fue con los Vollmond que dio a luz a su hijo. Grave error. Karnilla no sospechaba que estos eran aliados de la legión de vampiros Diederich, cuyo líder en ese momento era Elphias Diederich, en ese entonces un Ladrón de Almas. La información sobre el recién nacido no tardó en llegar a manos de los Setan, y fue Opeth en persona quien se encargó de ir a por ella. Llegó la misma noche en la que Karnilla había dado a luz, robando sin mucha dificultad al bebé ante los ojos de su agotada madre, quien vio impotente como la vida de su hijo pendía de un hilo al estar en las garras de su despiadado abuelo. Para su sorpresa, Opeth no lo asesinó, sino que se lo llevó con él al Infierno, jurándole que lo pondría en su contra y algún día pagaría por todo lo que había hecho. Ese fue sin duda el golpe más bajo que pudo recibir y que la marcaría por el resto de su vida. Días después partió de las tierras de los Vollmond, no sin antes agradecerles su hospitalidad enseñando a los altos mandos su infalible técnica, el Crusio.
A partir de este momento y hasta ahora, Karnilla se la ha pasado viajando por todo el universo con objetivos desconocidos, se dice que busca venganza o pretende encontrar a su hijo, lo cierto es que todos son rumores que circulan al rededor de esta Reina Nómada, quien ha pasado por innumerables y respetados clanes, siendo el último el van Kürten, donde reside actualmente.