Amos C. Krosis
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Amos C. Krosis
Amos C. Krosis
Los vacíos jamás se llenan
Amos Caius Krosis 7521 años Balaurea Clan Krosis Xédone Raza Desconocida Blacktide
Rango
Cabeza de los Xédone, los Antiguos del Clan Krosis.
Familia
Hijo de Mallia Enis Krosis y Cassius Nero Krosis. Hermano menor de Hecate Lyria Krosis. Todos fallecidos.
Pareja y Descendencia
Desde hace ya muchos años ha entablado una relación con Anthea Krosis, antigua aprendiz de su también fallecido amigo Orphius Krosis. Producto de esta unión han nacido sus hijos: Cassius y Syar. Jamás ha tenido otra pareja ni a engendrado otros niños. Ha considerado a la hija de su mejor amiga, Nephele Krosis, como propia desde su nacimiento. Nephele actualmente está desaparecida.
Aprendices
Nunca demostró un particular incentivo por impartir tutorías. Sus únicos alumnos reconocidos han sido su ahora pareja, Anthea Krosis y, por breve tiempo y muchos años en el pasado, Keto Abarrane Krosis y Hemera Krosis.
Personalidad
La persona más seca, fría e imperturbable que ha agraciado los parajes del universo, Amos se destaca por su verdaderamente magistral habilidad para ignorarlo todo. Efecto colateral de su don, Amos Krosis es en manera literal incapaz de sentir, al menos no por más que unos cortos momentos. Las emociones, en vez de ser acompañantes constantes como con la mayoría de los seres, tienen una vida en extremo corta en él. Vienen, y como vinieron son obliteradas por las fuerzas que lo conforman. La felicidad, la tristeza, el remordimiento, la furia…no son más que pequeñas brisas que se cortan repentinamente, y su casi completa ausencia lo ha hecho más máquina que hombre.
No cuesta comprender, entonces, que relacionarse con otros siempre fue una tarea difícil para Amos, casi tanto como sería para otra persona tratar de comprenderlo. Con el tiempo, el Krosis ha aprendido a simplemente recordar lo que siente, incluso si no puede experimentarlo con constancia. Por ejemplo, recuerda con detalle todos los momentos en los que sintió afecto, amor y celos sobre su pareja, Anthea, y así a pesar de no sentir nada en determinado instante, se comporta de manera acorde a lo que el sabe, por experiencia previa, que siente por determinado ser. Todo en verdad complementa muy bien la noción de Amos Krosis como el instrumento deshumanizado y eficaz de su Clan, y ya no le molesta llevar esta reputación.
Pragmático, quizá hasta pesimista, no cree en la buena fortuna y es un gran partidario de hacer las cosas él mismo. Ha aprendido que no le gusta sentirse impaciente o lidiar con los despojos de la torpeza ajena y es por eso que constantemente arrastra más responsabilidades sobre sus hombros. Está acostumbrado a la presión y siempre se ha desenvuelto con excelencia, y ha llegado el punto en el que Amos siempre busca una utilidad y un propósito para si, es una persona práctica y productiva. Tiene sus prioridades muy bien organizadas, y le importa poco y nada todo lo que no afecte a su Clan y a su familia. Con escrúpulos más que cuestionables, tampoco ha tenido jamás dilema alguno en jugar de salvador o de verdugo según se lo necesitó.
En definitiva, es un ser poderoso, con una mente abominablemente filosa y sin ningún yugo contra hacer lo que sea necesario, por los medios que estén disponibles, para alcanzar los resultados deseados. Nadie jamás podrá comprender como funciona el aparato sentimental de alguien que está profundamente quebrado en este aspecto, y esto le da a la vez una simpleza y un poder de imprevisibilidad difícilmente alcanzados.
Descripción Física
- Humana:
El perfecto envase para su fría personalidad, Amos inmediatamente se destaca por lo estoico e inamovible de sus facciones y disposición. Un hombre alto de musculatura moderada y bien definida y perfil elegante, Amos suele atraer el ojo de la gente aunque no más que por pocos segundos, pues lo llamativo del Krosis es prontamente opacado por lo intimidante que puede ser.
De cabellos oscuros, cortos y bien mantenidos, contrastan inmensamente con lo pálido de su piel, y aun más con las cicatrices ya casi totalmente blancas que yacen en ella. Su piel, a pesar de su increíble resistencia, parecería finamente estirada sobre los tejidos subyacentes y amargada por sus heridas. De brazos y piernas largas, espalda y hombros anchos, la silueta claramente masculina de Amos es difícil de confundir. Más aún en los negros ropajes compuestos de sacos y ajustadas camisas de manga larga que suele preferir. Aquello algo monótono y vacío de su personalidad se suele transmitir con claridad en todo lo que elige, su atavío siendo parte de ello.
Su rostro se compone de facciones angulosas y bien marcadas, cada rasgo desde su mandíbula hasta el contorno de sus labios dando la sensación de ser algo filosa y demasiado precisa. Si bien ha sido catalogado en repetidas ocasiones como un hombre atractivo, cae más en la categoría de ese tipo de belleza algo ominosa que más que admiración inspira el sentimiento de algo funesto y enervante.
Hay quienes dirán que lo único con vida del antiguo Krosis son sus ojos. De un fuerte color ámbar, brillan peligrosamente y son una puerta a esa inmensa nada que lo habita. Lo intimidante de su mirada no recae en furia o amenaza, sino en el hecho de que revelan que Amos no es más que un ente andante y que, en definitiva, al final del día no tiene nada humano en él que perder. Infunden el tipo de terror que solo alguien completamente indistinto a la muerte, la vida o el dolor puede provocar.
- Lupina:
Un lobo no solo de proporciones grandes, sino que también alto para las mismas, Amos en su forma lupina da mucho para hablar. Con una bien desarrollada musculatura protegida por un grueso y frondoso pelaje negro, incluso más abundante que lo normal, Amos condice su apariencia a su tamaño. Es muy extraño que el Krosis adopte cualquiera de sus dos formas animales y por ende es todo un descubrimiento para sus oponentes cuando decide abandonar la piel humana en la que tan cómodamente se desempeña.
De patas largas, terminadas en peligrosas garras afiladas y curvas, hay quien diría que son más propias de un gran felino que de un lobo. Pero más allá de eso, nada deja en duda la estirpe de su forma animal, con fauces colosales repletas de peligrosos dientes, orejas puntiagudas y anchas y una potencia corporal muy propia de esta forma animal.
Hay algo que distingue a Amos en su forma lupina y es la multiplicación de sus ojos. El Krosis presenta dos pares de ojos en su forma lupina, y ambos carecen de color alguno, transformando el dorado líquido de sus ojos humanos en un blanco absoluto, con solo una pupila muy levemente teñida de gris. Nadie encuentra razón para esta variación en su anatomía más que la de agudizar su vista, y hacerlo ver más antinatural de lo que ya es.
- Serpiente:
La última forma animal del Krosis y por lejos la menos avistada, Amos en su adolescencia tardía desarrolló la piel de un enorme reptil. Es verdaderamente colosal en esta forma, rompiendo la barrera de los veinte metros de largo, y adoptarla no solo le supone un gasto mayor de energía sino que le resta practicidad. Amos solo ha adoptado su forma de reptil en campos de batalla extensos durante las guerras de su clan o para la defensa de grandes estructuras o puntos de interés. Es lo suficientemente rápido como para causar daños a objetivos específicos, pero es simplemente más fácil afrontar el combate singular desde cualquiera de sus dos otras formas y el enorme costo energético rara vez le vale la pena.
De escamas tan oscuras como la noche, que incluso parecerían querer apagar la luz a su alrededor, la reptilea es su forma más defensiva, las escamas brindando una resistencia que la carne no puede dar. Al igual que su forma de lobo, posee dos pares de ojos blancos en esta forma pero en este caso, no son lo que más llama la atención. El desarrollo curioso de esta forma, es que en ella Amos posee dos pares de alas vestigiales. De ninguna manera le impiden el vuelo al pesado cuerpo de serpiente, pero si le han servido como escudos en esta forma. A su vez, posee incontables pares de colmillos, como un tiburón, listos para reemplazar a los que sean dañados. Si bien no posee un veneno propio, Amos es capaz de inyectar esa fuerza consumidora que lo ha parasitado toda su vida, generando daños extensos. Link a forma reptil.
Poderes
El miembro más temido y, en el pasado, controversial del Clan Krosis, Amos vio caer sobre el un poder que es en igual partes magnífico y terrible, dotándolo de un potencial enorme a costos en extremo caros. Amos Krosis tiene el dominio sobre la nada misma, sobre el vacío. Aquella fuerza que busca con todas sus ganas la inexistencia de todos y todo lo que la rodea, sin yugos en cuanto a quien o qué oblitera, borra de la realidad la existencia como si nada jamás hubiese sido algo. Amos es un consumidor, y las fuerzas que lo habitan y conforman juran no ralentizarse hasta ser saciadas con la más pura forma de destrucción.
En su niñez su poder fue un verdadero problema. Amos destruía u obliteraba materia a su alrededor de manera completamente aleatoria y sin ninguna intención de hacerlo. El asunto es que el poder de Amos nace de la llamada "fuerza nula" dentro de él. Así como unos nacen con fondos de energía para controlar, Amos nació con un enorme y vasto vacío que se caracterizó por ser mucho más volátil e indomable. Finalmente, Amos aprendió a canalizar esta energía de diversas maneras, la cual se suele manifestar en el campo con un color negro muy oscuro. Tan difícil de regular como suena, y ante su inhabilidad de ser selectivo una vez que la fuerza obliterante se encuentra fuera de él, el uso de su poder requiere de una precisión nada menos que perfecta para evitar daños colaterales graves. Por esto mismo, el Krosis ha aprendido a canalizar su poder en montos ya sea muy pequeños o muy contenidos, generalmente en la forma de pequeñas a medianas esferas o a manera de extensiones solidificadas sobre sus manos y antebrazos como armas. Se lo ha visto en ocasiones expresarlo a manera de haces u ondas, pero trata de evitar el uso tan extensivo del mismo puesto que a mayor rango de daño se disponga a exponer a la obliteración, menos precisión le permite sobre sus objetivos y admite a mayores estragos de los que suele permitirse generar.
Todo ser que contenga un alma es más difícil de obliterar que la materia o la energía a su alrededor. Se ha comprobado que cuando un ser entra en contacto con la energía de Amos no es desvanecido inmediatamente, las almas hacen que el cuerpo que las contiene presente cierta resistencia a él aunque como con todo lo demás, no es infinita. El poder de Amos aún así es capaz de causar daños severos, y por eso suele asesinar a sus enemigos provocando heridas como cualquiera lo haría en vez de concentrarse en obliterarlos como sí le es preferible cuando de materia se trata. La esencia vacua de Amos se deshace de las partes orgánicas de sus enemigos como con todo, no genera desgarros ni cortaduras sino que muy literalmente oblitera hasta en su más mínimo aspecto aquello con lo que entre en contacto, generando heridas mucho más difíciles de sanar que las convencionales.
Con el paso de los años y la creciente necesidad de mantener su don a raya, el Krosis desarrolló otras aplicaciones para el mismo. En primer lugar, Amos aprendió a ejercer su influencia sobre si mismo. Como es sabido, Amos es también una víctima de su propio don, que por medio de obliterar partes de su anfitrión ha generado, por ejemplo, su apatía y su falta de sincronicidad con el entorno que lo rodea. Durante mucho tiempo, Amos tuvo problemas para fijar su estado tangible ya que su energía, en menor medida, lo hace desaparecer a él también. Luego de obtener la maestría sobre su don, Amos se ha hecho un ser tangible y corpóreo, mortal, pero para todo fin práctico: inexistente. Esto lo ha vuelto, entre otras cosas, imposible de rastrear dada su completa falta de existencia tangible, no hay nada que lo identifique, ni siquiera en cuanto a aura u olor. Puede también manipular su tangibilidad con relativa facilidad, utilizándolo primordialmente para la evasión y la defensa.
Historia
Un niño prodigio en su Clan, Amos fue el asombro de todos desde sus primeros años de vida por su impactante habilidad y veloz aprendizaje. Hijo de Altos Mandos y con su hermana mayor en camino a convertirse en una, conoció la primera desgracia en su vida a la tierna edad de los siete años, cuando producto de una batalla y victoria contra el Clan enemigo de los Krosis, los Zayetsev, la mayor parte de su familia perdió la vida, dejándolo solo con su hermana, Hécate.
Para la edad de catorce, diez años antes del promedio, Amos había finalizado su instrucción y se había vuelto el colega de su hermana, como las Armas personales de los Segundo al Mando del Clan, aquel que estuviera de turno. Sirviendo bajo el mandato de Hesse Krosis, Amos y Hécate poseían un nombre de influencia en el Clan, honrando a sus antepasados. Los hijos de Mallia y Cassius se habían vuelto la mayor preocupación de los enemigos del Clan, y por ende en su principal objetivo.
Emboscados, traicionados por los miembros de su Clan, Amos perdió a Hécate en una misión, debiendo asesinar a su hermana por piedad para acabar su sufrimiento. Con la muerte de su única familiar, Amos soltó las riendas de si mismo y el caos inició para los Krosis. El adolescente, de dieciséis años al momento, creo en su área circundante tal devastación como no se la había visto jamás. Nadie podía tocarlo, siquiera acercársele era posible. Los Altos Mandos estaban ya considerando el asesinarlo por razones de seguridad, cuando apareció Hemera Dies Krosis en su vida.
Una joven de su edad, Hemera y su amigo, Orphius, lograron calmar a Amos lo suficiente como para atravesar su coraza, y luego guiarlo de vuelta a la razón y al control de si mismo. Con el tiempo, Orphius se volvió el hermano que jamás había tenido y Hemera su protegida. Con Hemera compartía un raro tipo de amor, no había nada romántico en el pero Amos habría dado la vida cien y mil veces por ella.
Nuevamente, la vida le arrebató a las personas que amaban, pues Hemera murió poco después de dar a luz a su hija con su marido, Eros. Amos se ocupó de la niña como si fuera propia, no por negligencia de su padre biológico sino que por propia imposición, y de nuevo, años más tarde Nephele y Orphius morirían en la explosión de un reactor nuclear experimental en Balaurea.
Amos jamás habría sobrevivido aquello de no ser por la presencia de un nuevo ser en su vida: Anthea. Tomada por Orphius como aprendiz, Amos lenta pero seguramente comenzó a encontrar sentimientos por la joven. Tiempo después, debió admitirse a si mismo que había encontrado con quien compartir los pocos pero profundos sentimientos que es capaz de albergar. Anthea se unió al Clan, y con ella tuvo dos hijos.
Datos Curiosos
- Si bien puede utilizar su poder a largo alcance, siempre ha preferido estar cerca de sus enemigos, maximizando así su precisión.
- Las únicas armas que utiliza las fabrica Icarus Krosis, quien ha vuelto de sus espadas curvas simbióticas a su esencia destructora y, por ende, Amos puede sostenerlas sin obliterarlas.
- Amos no puede tocar la piel de nadie sin herir a dicha persona. La única excepción a esto es Anthea, quien posee el poder inverso a Amos y por ende pueden contrarrestarse el uno al otro.
- La raza específica de Amos, y de toda su familia, es desconocida.
- Halkias, el mentalista por excelencia de los Krosis, asegura que preferiría morir antes que volver a entrar a la mente del Xédone, el por qué jamás lo confesó.
- A Amos le agradan los perros, jamás pudo tener uno de mascota por razones obvias.
- Mantiene una buena relación de amistad y rivalidad con Keto Krosis.
- Es en extremo territorial sobre Anthea, y si bien su estoico y calmo rostro no lo demuestra, ya se ha comprobado que acercarse demasiado a su pareja en presencia de él suele terminar muy mal.
- Su inscripción al torneo fue a pedido de Hesse Krosis.
- Amos ha matado a más gente, incluidos civiles, mujeres y niños de lo que es sano admitir, todo bajo el servicio al Clan Krosis. Jamás ha podido determinar si siente remordimiento o no debido a lo efímero de sus emociones.
- Es también, y por la misma razón, la pesadilla y el mejor caso de estudio de Maroshk, la émpata del Clan.
- Amos es una de las pocas personas a las que Icarus Krosis escucha y suele obedecer.
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