Ilussia Zireael Kolmainsus

Empezando con los poderes innatos de esta mujer, la especie Iğmendra la dota de capacidades como la inmunidad al fuego, control de su temperatura corporal, así como resistencia moderada a ataques mentales, disciplina que le gustaría aprender más adelante.
Igualmente cuenta con una forma dragónica, que puede escupir fuego, con la particularidad de ser completamente blanco o azulado, aunque no haya diferencia alguna con el fuego común, sino simple estética sumada a su ya extraña transformación alterna.
Si la otra mitad de su sangre le ha dado características o dones, por el momento es desconocido, pues están ocultas, dormidas, y sin embargo se cree que influyen de cierta manera a su poder principal.
Zireael es una de las pocas privilegiadas que manejan la magia primordial, que es completamente neutra y sin ningún componente extra, es decir, fluctúa, cambia y casi no tiene puntos débiles.
La magia primordial es sumamente adaptable y es conocida por poder tomar los colores o características del resto de las magias temporalmente, para después regresar a su estado basal. Es decir, Zireael puede controlarlas todas, las cuales son: Magia de Luz, del dios Elrath, Magia de Fuego, del dios Arkath, Magia de Viento, del dios Ylath, Magia de las Sombras, de la diosa Malassa, Magia de la Naturaleza, de la diosa Sylanna, y Magia del Agua, de la diosa Shalassa. Igualmente encontramos la magia Arcana, la Caótica y la Necromancia.
Por supuesto que hablamos de un poder grande, tal vez demasiado, y que por supuesto requiere miles de años para ser utilizado en todo su esplendor, algo que esta señorita no tiene, Zireael apenas acaba de descubrir su ascendencia y los dones que tiene, por lo cual es alguien con poca o nula experiencia en el manejo de la magia primordial, algo que, por supuesto, pretende cambiar a la brevedad, cueste lo que cueste.
Esta falta de práctica ha traído otra consecuencia: La magia primordial en su interior busca amoldarse naturalmente, en su caso, a dos cosas específicamente: Primeramente, a esa otra esencia interior que tiene, la cual aún no se sabe su origen y es distinta a la Iğmendra que por el momento es predominante, algo innato por decirlo de algún modo; y en segundo lugar, al ambiente en el cual se encuentra, al clan Kolmainsus y a Ashan, lado que es más fuerte ya que es lo que Zireael conoce más, sin querer aventurarse de más al otro.

Zireael es refinada, recatada, como si fuera una dama antigua y hubiera sido criada en otro siglo, en donde los modales eran más importantes que la libertad de expresión.
Y es que es lo que ocurre con ella, alguien muy retraída y tímida, con temor constante a hacer algo mal o que haga dudar de su educación y cordialidad. Siempre se dirige al resto con una sonrisa, con un agradable saludo, con algo positivo que decir o una conversación amena para pasar el rato. Es buena llenando los silencios pues le incomodan, sabe dar una buena imagen y ser reconocida por ello.
No suele enojarse, o al menos no suele demostrarlo, para bien o para mal es alguien que prefiere guardarse las emociones "negativas" para sí misma y no causar problemas o polémica, sumamente nerviosa y con constante miedo de disgustar a alguien y las posibles consecuencias. Y es que hay algo en su interior que le aterra, algo que no quiere ni siquiera mirar o atreverse a aceptar su existencia, algo que hierve cuando se disgusta y teme no poder controlarlo. Así que, simplemente, prefiere guardarlo o expresarlo de otra forma.
Al haber sido criada como humana se ve y siente como una, a pesar de sentir en sí misma lo sobrenatural, duda de sus capacidades y potencialidades, y de lo que podría llegar a ser y hacer. Aún cree que es un sueño, y que jamás estará a la altura de su nuevo hogar ni sus compañeros.
Esta creencia la retrae y la hace sentir inferior, pero al mismo tiempo es su principal aliciente y motor actual: Quiere demostrar que puede, quiere ser digna del apellido que finalmente sabe que es suyo y aprender a superarse a sí misma.Zireael es perseverante y terca, y los Dioses saben que su determinación cuando se propone algo es inmensa.
Apenas se está adaptando a esta nueva versión de sí misma y todo lo que implica, se siente abrumada y eso ha despertado en ella una enorme curiosidad por conocerse y conocer todo lo que la rodea, así que no es raro mirarla preguntando o leyendo, hará lo que sea necesario para comprender su entorno y su propia existencia, aunque parezca que todos tienen tanta idea como ella: Ninguna.
Gran amiga, agradable y casi adorable, Zireael nunca ha creado un vínculo importante para demostrarlo, sin embargo es dueña de un bondadoso corazón que está para los demás, un hombro en el cual llorar en los malos momentos y una compañera con quien reír en los buenos, es alguien incondicional y que, para bien o para mal, perdona todo, o casi todo.
Noble, pura e inocente, algunos sostienen que le hace falta malicia, ella, en cambio, piensa que es una virtud que cada vez se ve menos en un mundo en decadencia.

Forma Humana
Zireael proyecta un aspecto bondadoso, inocente, casi de una niña o una princesa adolescente, aire que nunca la deja a pesar de su edad o su estado de ánimo.
Es alguien de altura promedio, de 1.70m, no es baja pero tampoco muy alta, de complexión igualmente natural, no se la puede catalogar como alguien delgada pero sí que cuida su alimentación y nutrición. Curvilínea y de figuras femeninas y atractivas, algo voluptuosa, se podría decir.
Piel ligeramente bronceada, producto de sus días bajo el sol, con un par de lunares regándola, el más llamativo en la mejilla derecha, imposible de ignorar y que es casi como una marca personal. El cabello de Zireael es negro, tupido y ondulado, que ella mantiene generalmente corto, o en su defecto, hasta los hombros, adornado en coletas descuidadas o suelto.
Cejas visiblemente curvadas hacia arriba y bien definidas, pobladas, que enmarcan lo que es quizá lo más llamativo de toda la figura de Zireael: Sus ojos. Y cómo no serlo, pues son sumamente especiales, de un color indefinido que oscila entre el violeta y el azul oscuro, de un brillo mágico y sobrenatural, tal vez producto de la magia primordial.
De todos modos su rostro ya de por sí es atractivo, pequeño y ovalado, de rasgos bonitos y chatos que inevitablemente atraen miradas ajenas, a las cuales ella no hace mucho caso simplemente por no darse cuenta y estar distraída todo el tiempo. Es bonita, y eso no lo opaca ni siquiera su natural descuido a la hora de vestirse, optando por ropa cómoda y que le permita maniobrar con facilidad, costumbre que adquirió al haber vivido con su familia en el campo.

Forma Dragónica
Sin duda Zireael es dueña de una forma dragónica muy especial y muy extraña, como si estuviera combinada con alguna otra cosa.
Destaca primeramente su tamaño, colosal, inclusive para los estándares promedio de las hembras, quedando así como una de los miembros con mayor tamaño. Es de complexión sumamente delgada y alargada, al punto que su caja torácica es visible, como si careciera de músculos y la piel estuviera directamente pegada al costillar, característica que se repite en algunas otras partes del cuerpo. Por el contrario, el cuello es musculoso, alargado y parecido al de un cisne, de donde se desprenden varias hebras de pelaje violeta que le recorre el cuerpo entero.
La cabeza es pequeña y triangular, de morro pequeño y puntiagudo, protegida por varios apéndices de hueso sumamente duros que asemejan a cuernos y le cubren el área de los ojos y pómulos, dos a la izquierda, dos a la derecha y uno en la frente.
Otras extravagancias están en sus escamas, minúsculas, finas, tan pequeñas y compactas que parecen no existir en absoluto, cuando en realidad son sumamente duras y un escudo muy efectivo. Éstas son de un color muy especial, tornasol, que van oscilando según la luz y el movimiento entre tonalidades plateadas, azules, moradas y rosas, entre otras menos predominantes pero igualmente hermosas.
Las alas, por el contrario de la inmensa mayoría de los dragones, parecen más las pertenecientes a una libélula, finas y de suma delicadeza y belleza, de colores morados y transparentes, que dejan ver muchísimas membranas y vasos sanguíneos. Son pequeñas, y a cambio lo compensan en número, pues son ocho, cuatro izquierdas y cuatro derechas.
¿Para rematar la rareza de esta mujer? Bueno, tiene dos colas.

►Historia:
De Zireael no se sabe mucho, al menos públicamente. Nadie sabe quiénes son sus padres biológicos, su procedencia, nada.
Únicamente cuatro miembros del clan Kolmainsus estuvieron durante el parto, ayudando a su madre a dar a luz. Ellos son Deméter, Ariadna, Koue y Elena, quienes juraron callar hasta que el momento llegara.
Dos bebés debieron haber nacido, sin embargo fue un proceso delicado y su gemela murió en el proceso, mientras que ella quedó muy débil. Una vez estabilizada, fue ocultada como uno de los secretos mejor guardados del clan, aislándola y dejándola a cargo de una familia sustituta que la crió como su hija, como una humana, al menos hasta que en su adolescencia empezó a despertar en ella la magia primordial que habitaba en su cuerpo, misma que había estado dormida y no había sido desarrollada.
Durante esos años, los cuatro la visitaron constantemente, monitoreando su crecimiento y avance. Fueron ellos quienes decidieron que la joven Zireael ya estaba lista para saber la verdad, y poco tiempo después se incorporó al clan Kolmainsus, lugar al que siempre debió pertenecer y en donde recientemente ha iniciado sus entrenamientos para enseñarla a controlar el poder que tiene.