Los Seis Grandes Clanes
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Seraphine Dezaboia

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Mensaje por Rëhira Sáb Mayo 23, 2020 1:39 am






‘‘No corro de los monstruos, ellos corren de mí.’’

Nombre Completo
Seraphine Dezaboia.
Edad
Aparentaba unos 35 años de edad.
Género
Femenino|Heterosexual.
Raza
Demonio puro.
Apodo
Seraphine fue conocida y llamada por diversos nombres y apodos, algunos eran diminutivos de su nombre, como sr Seraph, mientras que otros se le fueron dando a medida que corrieron los años y ella se iba haciendo de una fama. Unglück y Schwarzes Unglück fueron los más comunes tanto en la manada como en el clan. Por otro lado la mayoría de los seres la conocían como ‘‘el animal más bello del mundo’’.
Subordinados|Aprendices
Durante un tiempo sus subordinados fueron los miembros de la manada que ella misma, junto a su hermana e hijo, conformó. Por otro lado tuvo muy pocos aprendices, un total de 5 para ser exactos, de los cuales 3 fueron sus hijos.
Mentor
Durante su época de ser mortal sus entrenadores fueron la líder de los cazadores y el líder de los guerreros. Ahora bien, desde el momento del pacto en adelante su mentor fue una mujer que se presentó ante ella como Majnun.
Estado actual
Muerta.



Psychology

‘‘Cuando pierdo la calma, cariño, no hay lugar donde puedas encontrarla’’

Seraphine fue conocida por tener un carácter cambiante, su personalidad, trato y forma de pensar variaba constantemente; pero no se trataba de una enfermedad, ella no era alguien bipolar sino que, estos cambios, se debían a una sola variante: el ser con quien ella se encontraba en determinado momento.

Frente a los desconocidos era famosa por cautela, la loba era precavida y no daba información a no ser que la circunstancia del momento lo ameritase. Era callada, distante y muy observadora; intuitiva por sobre todo, podía llegar a mostrarse hostil y agresiva, dando a entender que en verdad no era bueno jugar con ella o molestarla, que se trataba de alguien sumamente peligroso, de poca calma y paciencia.

No poseía escrúpulos ni filtros, podríamos decir que no se destacaba por ser alguien que supiera de compasión o tacto alguno a la hora de hablar y dar su opinión, su punto de vista. Por el contrario, Seraphine era alguien completamente cruda, cruel y realista, a tal punto que incluso podía herir los sentimientos de los demás, sin importar los lazos que les unía.  

Igualmente ante todos, conocidos como no, se mostraba como alguien dura y rigurosa, cuando llegaba el momento de entrenar se desvinculaba completamente tornándose un ser desconocido para todo aquel que quería tenerla de mentora, y aun así era gracias a esto que siempre saco lo mejor de sus estudiantes. Se caracterizaba por empujarlos constantemente, haciendo que cada uno buscara y encontrara su límite el cual debían superar; una práctica que no sólo impartía sino que también ejercía ella misma, razon por la cual más de una vez estuvo al borde de la muerte. Y era por ello lo raro de verla descansando o durmiendo, además de que la holgazanería no le gustaba ni una pizca.

Loba dominante ante todo, no le importaba ser el centro de atención o pasar desapercibido, pero lo que no le gustaba en absoluto era que le dieran órdenes desde abajo o incluso que la subestimaran; sin duda alguna eran los peores errores que sus víctimas cometieron, puesto que nunca nadie vivió para contarlo. Explosiva y energética cuando de enfrentamientos se trataba, Seraphine no era alguien que se reprimía, que se contuviera a la hora de enfrentarse, de hecho la adrenalina que empezaba a correr por sus venas era el pie de impulso para que su frenesí iniciara, uno que no paraba hasta ser saciado.

Lo curioso y raro de esta loba venía cuando se encontraba en presencia de seres queridos para ella. Si bien mantenía esa lengua afilada y sin pelo, como también esa innata e implacable dominancia, se volvía sumamente protectora como también amorosa e incluso podía llegar a ser graciosa. Siendo alguien que en ocasiones hacia chistes y/o gastaba bromas, hirientes o no, en la presencia de ellos se tornaba alguien tranquila y relajada que no le importaba ocultar su humor negro o sarcasmo, dejando notar, a su vez, ese lado egocéntrico y narcisista. Estar con ella era como recibir una bocanada de aire fresco.  

No era para nada ignorante ni lerda de pensamiento, mucho menos estúpida, Seraphine no dejaba que absolutamente nadie le tomase el pelo o se aferrase a su codo cuando ella solamente ofrecía la pata. Podía llegar a ser realmente cruel y despiadada si era necesario, fría, vil, alguien capaz de desentenderse de los demás de un segundo a otro, tal vez en lo que dura un pestañeo, tornándose en su contra si era necesario. Demasiado rencorosa, la loba pagaba cada uno de los fraudes y engaños que le cometían con el doble o triple de dolor que le causaron.

Por último podemos agregar que era alguien que sabía con quién tratar y, por sobre todo, cómo hacerlo. Pero aun así la loba mantenía con cualquiera el mismo nivel de tolerancia, uno que por cierto no era muy alto, por lo que no era raro verla pasarse de la raya.


Physical

No importan los esfuerzos que hago por autodestruirme: me las arreglo para sobrevivir

· Humana: Es por ella el dicho de ‘‘las apariencias engañan’’ puesto que midiendo apenas un metro sesenta y siete y luciendo ese esbelto y delgado cuerpo, muchos toman a Seraphine como alguien frágil, débil e incapaz, ignorando que tras esa fachada se esconde en sus extremidades, sobre todo, una fuerza bestial y abrumadora, capaz de dar pelea a cualquiera que se lo proponga.

Piel tersa, cálida y suave al tacto, tal vez es su clara pigmentación, blanca como la nieve, la que le brinda esa fragilidad, como si se tratara de una perfecta taza de porcelana capaz de romperse al mínimo toque. Pulcra, no presenta marca alguna, ya sea de nacimiento, lunares o cicatrices, algo ciertamente inaudito y curioso puesto que en su forma lobuna, bajo la densa mata de pelaje, pueden divisarse algunas heridas mal cicatrizadas.

Rostro hermoso, perfecto, pequeño pero medianamente alargado, tiene unas facciones angulosas y pómulos bien marcados. Nariz pequeña y parada,labios que parecieran ser tallados a mano, cálidos y carnosos de una medida justa, y unos ojos azules brillosos cuales zafiros de mirada atrapante y penetrante, todo en ella es armonioso, todo en ella grita que se trata de un ángel proveniente del mismo paraíso. Hasta su empalagoso y dulce aroma te invita a permanecer cerca suyo, te hace creer que es el ser más bondadoso cuando en realidad se trata ni más ni menos que de un demonio.

Por último se encuentra su cabellera. No muy larga, le gusta mantenerla corta hasta unos centímetros después de la nuca, se podría decir, para ser más específicos, hasta la segunda vértebra cervical. No es del todo lacio pero tampoco enrulado, puesto que presenta bucles suaves pero perfectamente determinados, es fino y brilloso, como también sedoso al tacto. Su pigmentación, por otro lado, es un juego de colores que se puede observar según la claridad que haya en el lugar y como los rayos luminosos inciden sobre su cabeza, puesto que puede ser tanto de un castaño claro hasta un castaño oscuro, a tal punto que incluso se lo confundiría con el negro.

· Lobuna: Seraphine no solamente resalta por su especial carácter, su forma de expresarse o de pensar, sino que también lo hace mediante su físico.

De inmensas proporciones para ser una hembra, Sraphine es dueña de un robusto y para nada agraciado cuerpo. Largo, ancho y alto, presenta masa muscular en cada centímetro que lo rodea, fruto de sus exhaustivos y duros entrenamientos.

Cubierto de un sinfín de cicatrices, la mayoría se encuentran ocultas bajo el denso y abundante pelaje que funciona a sí mismo como un primer escudo ante mandíbulas y zarpas ajenas, casi tornándose como una melena en la zona de su cuello y pecho. De un color azabache, cual carbón, a comparación a simple vista parece ser igual que su forma de ser: áspero, duro y rasposo como una lija, cuando en realidad es completamente suave y sedoso al tacto, cálido y esponjoso parece ser más un hermoso y perfecto peluche que cualquier cachorro utilizaría para dormir en las frías noches otoñales e invernales.

De estilizadas, y a la vez musculosas, patas, Seraphine tiene bajo su poder unas poderosas y brutales armas capaces de retener a su presa y enemigo bajo su peso, rematadas finalmente por unas afiladas y temibles garras negras. Es por ello, a su vez, que no es raro ver sus huellas desperdigadas por el lugar, rastro que tampoco le interesa cubrir en lo más mínimo puesto que, si hay algo que caracteriza a esta loba, poco le importa pasar desapercibida.

Cabeza grande y pesada, cuello fibroso y musculoso, Seraphine es más un tanque de guerra que otra cosa. De cortas, puntiagudas y peludas orejas siempre erguidas y atentas; hocico mediano y de perfectas proporciones, portador de una de las mordeduras más poderosas y letales que uno pueda encontrar, se encuentra suministrado por blancos y enormes dientes todos y cada uno de ellos bien afilados y temibles.

Aun así, y por último, lo que más resalta en esta loba azabache de andar despreocupado y medianamente tosco, son sus ojos. Más que simples y comunes ojos pardos, los de Seraphine son dos joyas azules cuales zafiros, brillantes e hipnotizantes, son dueños de un mirar profundo, enigmático, atrayente y, por sobre todo, imponente y temerario.  


Skills|Powers


Seraphine era conocida tanto entre los suyos como los ajenos por ser alguien que apelaba más a sus habilidades físicas que a sus poderes, los cuales los tenía como soportes, como catalizadores que aceleraban el proceso en caso de ser necesario. Si bien se sabía que era una loba astuta e inteligente, Seraphine desperdiciaba este don debido a que, y venido en boca de ella, ‘‘pensar y planificar buenas estrategias le costaba valiosos segundos de la pelea’’. Es por ello que le dejaba toda esa maquinaria a su hermana y ella, simplemente, se encargaba de ejecutarla; y cuando el plan se iba por la borda hacía lo que mejor sabía: improvisar.

Se trataba de una loba que con el correr de los años fue adquiriendo y perfeccionando sus habilidades físicas constantemente, incluso cuando para algunos ya no se podía más. Seraphine era una loba que aprovechaba su inmenso cuerpo y porte junto con sus gélidas miradas para intimidar y hacer que el enemigo se retractara o rindiera, y cuando no pasaba avanzaba a la siguiente fase. Para su complexión física su velocidad asustaba pues, si bien no era la misma que la de su hermana o cualquier lobo más delgado, entre los corpulentos era la mejor; también poseía una resistencia que era aún mayor, y junto a su velocidad se amalgamaban a sus bruscos y enérgicos movimientos.

Aun así esta loba no era conocida ni por sus brutos movimientos o resistencia, mucho menos su velocidad. Seraphine resaltaba de entre los suyos por una fuerza que era imposible una hembra poseyera, y que no hizo más que aumentar cuando el demonio que tenía dentro suyo la corrompió. Para rematar, Seraphine aprendió a moderarla y también manipularla, pudiendo así reunirla en un solo punto e incluso repartirla a igual cantidad en varios otros a costo de una gran pérdida de energía y tiempo. Pero lo más curioso era el hecho de que podía incluso expandirla/proyectarla de su cuerpo hacia el exterior y moldearla en forma de energía, siendo así capaz de crear campos de fuerza para protegerla (tanto a ella como a quien estuviera a su lado) o apresar a su contrincante, dándole formas diversas que ante otros ojos simplemente parecía ser una acumulación de aire turbulento encerrado en algún objeto invisible, para potenciar o ralentizar movimientos, y muchas otras cosas más.

Ahora bien, cuando se habla de los otros poderes que esta loba obtuvo gracias a la corrupción que tuvo su sangre mucho no se sabe puesto que, como se dijo antes, los utilizaba como soporte y solo cuando le hacía falta. Lo que podemos decir es que uno de estos fue, junto con la inmortalidad biológica, la capacidad de tomar una forma diferente a la verdadera, o sea la lobuna, la cual fue la humana; en la cual se podían observar algunos rasgos fisiológicos que se asemejaban a la forma original.

Además de ese nos encontramos con que Seraphine tenía un dominio del fuego espectacular, como si con él hubiera nacido, el cual se le era otorgado por los conocimientos que el demonio le había implantado en el momento que el pacto se llevó a cabo. Para rematar podemos decir que fue ella quien, con el correr de los años, creó la técnica de dominio del Fuego Azabache, uno de los fuegos demoníacos característicos de los Dezaboia.

Por último otros de los poderes, o habilidades, que esta loba poseía era el de manipular el aparato sensorial tanto propio como ajeno, pudiendo aumentar o disminuir los sentidos que todo organismo vivo y con sistema nervioso poseía, tanto a favor como en contra. Por lo general, y era sabido, utilizaba este tipo de poder sobre sus aprendices para que desarrollaran aún mejor sus propios sentidos.




Biographical Data

"La idea de la muerte ha sido una constante en mi vida. No por miedo sino por temor a morir sola."


· Familiares: Su único familiar conocido fue su hermana Finesse Dezaboia.

· Pareja: Solo es de público conocimiento que tuvo una sola pareja estable. Si tuvo otra u otras más en su vida lo mantuvo en secreto.

· Descendencia:  Únicamente tuvo dos camadas. De la primera solo su hijo Dorian sobrevivió, mientras que de la segunda solo dos de cinco lo hicieron, Ghidorah y Asura.

· Historia: Su historia de vida, al igual que la de su hermana, no tiene sus raíces en Ghwän, ni mucho menos en sus tierras cercanas.

Proveniente de una inmensa manada donde los machos eran expertos guerreros y las hembras las mejores cazadoras que se podrían encontrar, Seraphine nació una noche de luna nueva cuando solo las estrellas eran expectantes y a la vez partícipe de tal milagro. Y uno se preguntará ¿por qué milagro? Simple, ella había nacido primero pero casi muerta debido a que se había tardado en el canal de parto, ahogándose de a poco. Fue en ese momento que la esencia un demonio, que estaba rondando por aquellos lugares en busca de alguien o algo al cual poseer, se hizo con el inerte y delicado cuerpo de Seraphine, demostrando su primera señal de vida en un chillido que se asemejaba a una especie de gruñido.

Su crecimiento, aun así, fue de lo más común y tranquila. Jugueteando siempre con sus hermanos, corriendo y explorando, era más raro, y casi improbable, verla descansar y mantenerse tranquila, que verla metida en problemas. Seraphine crecía y por más extraño que pareciera el demonio dentro suyo se mantenía callado, dormido.

Cuando todos los cachorros de su edad, tanto sus hermanos como los de otras camadas, cumplieron su primer año de vida todo se empezó a tornar más complejo y serio. Separada de sus otros tres hermanos, y en compañía de Finesse y las demás hembras jóvenes, Seraphine fue llevada a la cueva de las Iniciadas, allí donde empezaría sus primeros entrenamientos para acabar siendo parte del mejor grupo de cazadoras que la manada tendría, puesto que los mayores rumoreaban que aquella generación sería la mejor. Más fuera de toda lógica y sin la más mínima intención de seguir las costumbres de su manada, la joven loba decidió que quería ser una guerrera, la primera de su manada, y tras varias súplica al lobo más anciano de la manada, logró su cometido, pactando con el viejo Zeckné que también llevaría a cabo las enseñanzas, aunque sea las más básicas, de cacería.

Así fue como la azabache inició su entrenamiento con los demás machos de la manada, y lejos de rebajar su intensidad o rondas ellas simplemente las superaba e, incluso, incrementaba, siempre con el objetivo de conocer sus límites para después superarlos. De esta manera, y con el correr de los años, consiguió convertirse, al fin, en la primer loba guerrero de su manada, siendo afamada y admirada por la gran mayoría como a la vez temida y odiada por algunos otros que se sentían eclipsados por su presencia.

Su primer amor llegó a los pocos años de iniciar su entrenamiento de guerrero, su nombre era Mages, su mejor competencia y, de una forma sana, rival. Fue con quien compitió todos sus años de entrenamiento, con quien se comparó y siempre entrenó, de quien, sin saberlo, se enamoró profundamente, un sentimiento que era, sin duda alguna, recíproco.

Codo a codo con Mages, ambos de a poco fueron subiendo los peldaños de popularidad y clasificación en la manada, ocupando con tan solo dos años y medio los estratos más altos de entre el grupo de guerrero, estando simplemente por debajo del Jefe del grupo, y no solo eso. Felices, los dos, compartieron casi toda una vida prácticamente desde cachorros, y juntos decidieron seguirla viviendo hasta que las garras de la muerte los separara, conformando de a poco lo que en tres meses sería una familia.

Pero esa felicidad lamentablemente no les duró. La manada fue violentamente golpeada y ni más ni menos que desde adentro. Desde sus entrañas, los guerreros menos conformes se rebelaron contra los demás miembros, empezando una masacre que terminaría con la manada extinta y solo dos sobrevivientes: ella misma, preñada, y su hermana Finesse.

Se fueron juntas después de que ella misma matara a los pocos rebeldes que aún quedaban en pie, y dándole caza a los que habían huido después de la masacre genocida, matándolos uno por uno hasta acabar con el líder, el cerebro de todo y quien había asesinado a su pareja. Una vez su objetivo se vio resuelto, Seraphine siguió vagando con la compañía de su hermana, quien la ayudó en el parto y después de este con la crianza de sus hijos, los cuales, por más lamentable que pareciera, fueron pereciendo hasta que solo quedo uno.

Los tres juntos vagaron por incontables lugares y territorios, como también formaron parte de diferentes manadas, permaneciendo durante más tiempo en dos. Una de ellas, la última, fue en donde el demonio que se encontraba dormido dentro suyo despertó con la ayuda de la líder e hicieron un pacto: él podría habitar dentro suyo y corromperla a cambio de otorgarle sus habilidades y poderes.

Pasó mucho tiempo hasta que pudo irse de aquella manada acompañada de su hermana, pues su hijo decidió quedarse un poco más con el afán de aprender todo lo que estuviera a su alcance. Una vez más las dos lobas emprendieron el viaje, utilizando su forma humana solo cuando se les era necesario y no había otra opción. De esta manera conocieron nuevos planetas, territorios, reinos e imperios, interactuando apenas si poco y nada con los habitantes de dichos lugares, aprendiendo de sus culturas, religiones y demás cosas con la mera observación. En uno de los tantos reinos en los que estuvieron, el cual fue el último a su vez, Dorian se les unió una vez más en la travesía.

Juntos los tres decidieron buscar un lugar en donde asentarse, un territorio que reclamar para allí empezar a prosperar. Fue de esta manera que llegaron a una dimensión demasiado amplia y basta repleta de recursos y de seres que convivian en armonía, Ghwän era el nombre. En sus inicios la manada constó sólo de ellos tres, quienes se las arreglaron para hacerse con una cueva que pertenecía a un grupo de seres que, de cierta manera, eran inferiores a ellos, pero con el correr de los años nuevos lobos con diferentes capacidades se fueron uniendo al trío presentando su lealtad y respeto hasta que quedó conformada una manada poderosa en su diversidad de miembros.

El final de Seraphine fue inesperado, nadie en la manada, siquiera su hermana e hijos, lo vio venir, pero sobretodo fue extraño, inexplicable. Esta duda, esta incógnita en la vida de la Fundadora la sigue persiguiendo hasta nuestros tiempos, pues nunca se logro desvelar las causas de su muerte.





More

“Cuando se pone el sol, me siento más despierta”


· Forma lobuna.

· Fue la única de sus hermanos en haber sido una demonio.

· Las veces que uso su forma humana fueron contadas con los dedos de una sola mano.

· Mientras su hermana era el cerebro ella era la fuerza bruta.

· Muy rara vez utilizaba sus poderes.

· Algunos la llamaban Seraphine La despiadada o demonio debido a su brutalidad en las batallas, como a su vez por su falta de moral y ética en estas.

· Siempre tuvo la intuición de que un miembro de la familia se llamaría Mailén.

· Era sumamente extraño verla separada de Finesse.

· Seraphine era emoción, fuego y exaltación mientras que su hermana Finesse era delicadeza, comprensión y compasión.

· Tenía una filosofía de vida: O matabas o morías. Es por eso que diariamente se entrenaba, para sobrepasar sus límites anteriores y no poder ser vencida.

· Lo cierto era que Seraphine, gracias a sus constantes entrenamientos y curtida por los enfrentamientos que tuvo durante su vida, desarrolló un altísimo umbral al dolor. La consecuencia que acarreó esto era que ella no paraba hasta lograr su objetivo y por ello más de una vez terminó en situaciones críticas y deplorables.

· Se sentía atraída por las serpientes, es por ello que cuando encontraba alguna no dejaba de mirarla hasta que la misma desaparecía de su rango de visión.

· Seraphine murió estando preñada. Nadie nunca lo supo, ni ella misma.  




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